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Jeep Grand Cherokee 4xe: la electrificación combinaddel SUV de lujo de la marca americana

El Jeep Grand Cherokee 4xe representó un punto de inflexión en la trayectoria del icónico SUV estadounidense, al introducir por primera vez una mecánica híbrida enchufable. Con 380 CV de potencia combinada y un par motor de 637 Nm, este modelo fusiona la eficiencia electrificada con las grandes prestaciones todoterreno que han definido su legado. Su aceleración de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h lo posicionan como un SUV de gran rendimiento, sin sacrificar las capacidades fuera del asfalto. Además, su autonomía eléctrica de hasta 51 kilómetros, nos permite movernos sin emisiones en entornos urbanos, lo que lo convierte en una alternativa aun más atractiva dentro de su segmento.

La llegada del Grand Cherokee 4xe al mercado europeo se produjo con cierto retraso respecto a su lanzamiento en Estados Unidos, donde la nueva generación comenzó a comercializarse en 2021. No fue hasta 2022 cuando la marca presentó en Europa esta versión híbrida enchufable, que se ha convertido en la única opción mecánica disponible en nuestro pais, dejando de lado los tradicionales motores V6 y V8 que siguen estando presentes en otras latitudes.

Desde la primera toma de contacto, el Grand Cherokee 4xe demostró un comportamiento equilibrado entre confort y dinamismo. A pesar de su peso de aproximadamente 2,5 toneladas, el sistema híbrido responde con agilidad en la conducción urbana gracias al motor eléctrico de 136 CV (100 kW) integrado en la transmisión automática de ocho relaciones. La energía proviene de una batería de 17,3 kWh que admite recargas en corriente alterna a un máximo de 7,4 kW, permitiendo completar una carga en unas dos horas y media. Aunque la autonomía eléctrica declarada ronda los 50 kilómetros, en condiciones reales puede reducirse, especialmente en trayectos de alta velocidad.

Con una longitud de 4,91 metros y una distancia entre ejes de 2,96 metros, ofrece un espacio interior generoso, y un nivel de refinamiento que lo posicionan a la altura de modelos como el BMW X5, el Audi Q7 o el Volvo XC90.


El espacio interior es generoso, con 152 cm de anchura en la parte delantera y 147 cm en la segunda fila, cifras comparables a las de un Mercedes GLE y superiores a las de un Lexus RX. La distancia para las piernas en la parte trasera es de 75 cm, algo menor que en el GLE o el Volkswagen Touareg, pero la amplitud del techo permite a los pasajeros adoptar una postura más erguida. También cuenta con salidas de aire con ajuste de temperatura y flujo de aire en los asientos traseros. El maletero ofrece 533 litros de capacidad, ampliables al abatir los asientos traseros.

Uno de los aspectos más destacados del nuevo Grand Cherokee es su equipamiento tecnológico y de confort. En el habitáculo, incorpora una instrumentación digital de 10,25 pulgadas, una pantalla central táctil de 10,1 pulgadas y un tercer panel de 10,25 pulgadas para el copiloto, que permite visualizar contenido multimedia o conectar dispositivos externos mediante HDMI. Además, dispone de un Head-Up Display de 10 pulgadas, un espectacular sistema de sonido McIntosh de 950W con 19 altavoces, y climatización independiente de cuatro zonas.

En función del acabado, se pueden encontrar materiales nobles como madera de poro abierto, cuero y aluminio, aunque en algunas versiones el uso de imitaciones resta percepción de exclusividad. Nuestra versión Summit Reserve es la única que se puede seleccionar actualmente en su catálogo. En esta el nivel de acabados es el máximo, sin tener nada que envidiar a cualquier SUV de lujo alemán o japonés.

Como mencionabamos, el sistema de propulsión combina un motor de gasolina turboalimentado de cuatro cilindros y 2.0 litros con dos motores eléctricos. El principal, de 136 CV, está integrado en la caja de cambios y permite circular en modo 100 % eléctrico hasta 120 km/h. El segundo motor eléctrico, de 45 CV, actúa como generador y asistencia en determinadas situaciones. En conjunto, el sistema entrega 380 CV y 637 Nm de par, proporcionando una aceleración contundente, aunque en determinadas circunstancias el motor de combustión se muestra menos refinado de lo esperado. En modo híbrido, el consumo homologado es de 2,9 l/100 km, aunque en conducción real el gasto de gasolina puede superar los 12 l/100 km una vez agotada la carga de la batería.

Jeep ha mantenido las capacidades todoterreno del Grand Cherokee, incorporando sistemas de tracción integral avanzados como el Quadra-Trac II y el Quadra-Drive II, disponibles en función del acabado. Existe una versión Trailhawk más orientada al off-road, cuenta con una reductora, bloqueos de diferencial y una barra estabilizadora delantera desconectable, lo que le permite superar terrenos accidentados con gran facilidad. En nuestro Cherokee, la suspensión neumática Quadra-Lift permite ajustar la altura libre al suelo en cinco niveles, alcanzando un máximo de 27,5 cm en el modo todoterreno, lo que mejora sus ángulos de ataque y salida.

En carretera, el Grand Cherokee prioriza el confort sobre el dinamismo. Sus 380 CV proporcionan prestaciones más que suficientes, con una respuesta eléctrica inmediata desde bajas revoluciones. Sin embargo, cuando entra en funcionamiento el motor de combustión, la experiencia se vuelve menos refinada. A plena carga, el sonido del motor se hace evidente, dejando en evidencia las limitaciones de un bloque de cuatro cilindros para mover con soltura un SUV de 2,5 toneladas. 

La suspensión neumática ofrece un excelente aislamiento de las irregularidades del firme, aunque su dirección, ligera y de tacto artificial, no proporciona la precisión de modelos como el BMW X5 o el Porsche Cayenne. En curvas, el peso del conjunto se hace evidente, aunque el sistema de tracción total garantiza una buena estabilidad en todo momento. En autopista, el aislamiento acústico es notable y la combinación de sistemas de asistencia a la conducción permite una experiencia relajada en viajes largos. La dirección, ligera y de tacto artificial, es típica en vehículos de este segmento. En el modo Sport, la configuración nos resulta más convincente y equilibrada, aunque el consumo se dispara considerablemente.

El Jeep Grand Cherokee 4xe Plug-In Hybrid ofrece un avanzado equipamiento de seguridad activa y pasiva diseñado para maximizar la protección en cualquier situación. Destaca el aviso de colisión con frenado activo y detección de peatones y ciclistas, que alerta al conductor y puede aplicar los frenos automáticamente para evitar accidentes. También incorpora control de cruce en la parte trasera para detectar vehículos al maniobrar en reversa, control de crucero adaptativo con función Stop and Go, y el sistema LaneSense de gestión activa de carril, que corrige la dirección si detecta una desviación involuntaria. La detección de ángulo muerto y el sistema de frenado avanzado mejoran la seguridad en la conducción diaria.

Para facilitar las maniobras, cuenta con cámara de visión trasera ParkView, sensores de estacionamiento ParkSense y un freno de estacionamiento eléctrico. Opcionalmente, puede equiparse con una cámara de visión nocturna con detección de peatones y animales, asistente de colisión en cruces y un sistema de detección de fatiga, que emite alertas si identifica signos de cansancio. Además, dispone de asistencia de aparcamiento automático en paralelo y perpendicular, junto con un sistema de reconocimiento de señales de tráfico y una cámara de visión envolvente de 360 grados con sistema de limpieza delantera y trasera, que mejora la visibilidad y la seguridad en entornos urbanos.

El sistema Active Driving Assist (L2) permite funciones de conducción semiautónoma, como el mantenimiento de carril y el control de velocidad adaptativo, lo que incrementa el confort en viajes largos. Gracias a su completa dotación tecnológica, el Grand Cherokee 4xe combina lujo y seguridad, ofreciendo una protección integral tanto en carretera como en terrenos fuera del asfalto.

A pesar de su elevado coste, el Grand Cherokee 4xe se presenta como una opción única para quienes buscan un SUV de lujo con auténticas capacidades todoterreno y un sistema de propulsión electrificado que les permita lucir la ansiada etiqueta 0 en el parabrisas.

El Jeep Grand Cherokee 4xe está sólo disponible en la versión Summit Reserve, la más equipada, cuyo precio supera los 102.000 euros, situándose en el mismo rango de precios que alternativas como el Mercedes GLE 350de, el BMW X5 xDrive50e o el Volvo XC90 Recharge.

Con esta quinta generación, Jeep ha apostado por una combinación de eficiencia y prestaciones todoterreno, pero también por un refinamiento que lo acerca a los SUV premium europeos. No obstante, la autonomía eléctrica limitada y el elevado consumo en modo híbrido pueden ser aspectos a considerar frente a otras opciones electrificadas del mercado. A pesar de ello, su versatilidad y sus capacidades fuera del asfalto siguen siendo su principal atractivo, manteniéndolo como una alternativa interesante para quienes buscan un todoterreno de gran lujo con una propuesta diferenciada dentro del segmento.

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