El DFSK E5 irrumpe en el mercado español como una alternativa poco convencional dentro del segmento de los SUV híbridos enchufables, enfocado principalmente en familias que demandan un vehículo amplio, capaz de transportar hasta siete ocupantes, sin renunciar a una movilidad más eficiente y con menor impacto ambiental. Este modelo, de origen chino y fabricado por DFSK, busca consolidarse como una opción funcional en un mercado que se vuelve cada vez más competitivo y en el que la relación entre precio, prestaciones y equipamiento resulta decisiva para captar a un cliente cada vez más exigente, que valora la tecnología tanto como la utilidad.


Con una longitud de 4,76 metros, una anchura de 1,865 metros y una altura de 1,71 metros, el DFSK E5 se posiciona en el segmento medio-alto de los SUV de gran formato. La distancia entre ejes, de 2,785 metros, favorece una habitabilidad notable en todas las plazas. El diseño exterior, sin destacar por una estética rompedoramente original, muestra líneas modernas con un frontal caracterizado por una parrilla prominente que incorpora el logotipo iluminado de la marca. Detalles en negro brillante y ópticas LED automáticas refuerzan su presencia visual. Las llantas de aleación de 19 pulgadas y el techo panorámico de cristal completan un conjunto que transmite robustez y funcionalidad, dirigido a un público familiar que valora tanto la imagen como la practicidad.


El interior del DFSK E5 se ha diseñado claramente con el objetivo de ofrecer confort y espacio para siete ocupantes, distribuidos en tres filas de asientos. La tercera fila, algo más limitada en espacio, resulta útil para trayectos cortos o como opción para niños, mientras que la segunda fila proporciona una amplitud generosa para adultos. Los asientos están tapizados en eco-cuero, aportando una agradable sensación de confort visual y táctil. El asiento del conductor dispone de reglaje eléctrico en seis posiciones, e incluye calefacción y ventilación, un detalle poco habitual en modelos de este rango de precio. La presencia de un techo panorámico contribuye a aumentar la luminosidad del habitáculo, creando una atmósfera más agradable durante los desplazamientos.

Desde el puesto de conducción, el espacio es amplio y el acceso a los mandos resulta intuitivo, aunque el asiento del conductor puede resultar algo estrecho para personas corpulentas o de espalda ancha. El volante se regula en altura y profundidad, lo que permite ajustar fácilmente la postura de conducción. No obstante, el asiento del acompañante delantero no cuenta con ajuste de altura, lo que puede limitar ligeramente la ergonomía en esa plaza. La calidad percibida del interior se mantiene en un nivel correcto, con un salpicadero decorado con inserciones que imitan la madera, acompañado por molduras plateadas que aportan contraste visual en un ambiente predominantemente oscuro.


La consola central está presidida por dos grandes pantallas: un cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas ubicado detrás del volante de dos radios, y una pantalla táctil de 12,3 pulgadas que concentra la mayoría de las funciones de audio, climatización y conectividad. La interfaz, aunque funcional, presenta algunas limitaciones. Por ejemplo, los caracteres del ordenador de a bordo se muestran en un tamaño reducido que dificulta la lectura rápida. La ausencia de sistema de navegación integrado de serie se suple con la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, que permiten replicar aplicaciones del smartphone. Sin embargo, el sistema multimedia carece de aplicaciones específicas para vehículos híbridos enchufables, como la gestión de carga o la climatización remota del habitáculo cuando el coche está conectado a la red.

A pesar de contar con un equipamiento tecnológico generoso, la decisión de agrupar todas las funciones en la pantalla táctil tiene sus riesgos. En caso de fallo del sistema, se pierde el acceso a funciones básicas como el control de climatización, el equipo de sonido o incluso la apertura de la tapa del depósito. Esta dependencia de la interfaz táctil, aunque habitual en muchos modelos actuales, compromete la ergonomía y podría evitarse manteniendo algunos mandos físicos dedicados a funciones esenciales, por seguridad y facilidad de uso.



El apartado de seguridad incluye seis airbags, sistema de alerta de cambio involuntario de carril, asistencia al arranque en pendiente, sensores de aparcamiento y cámara de visión trasera. También incorpora un sistema de alerta de tráfico cruzado posterior. Si bien estos elementos ofrecen un nivel razonable de protección, el vehículo carece de asistentes más avanzados como el control de crucero adaptativo, la frenada automática de emergencia o el asistente de mantenimiento de carril, tecnologías que cada vez se extienden más en el segmento y que podrían marcar la diferencia frente a modelos de marcas más consolidadas.


En el plano mecánico, el DFSK E5 combina un motor de gasolina de 1.5 litros con una potencia de 110 caballos, con un propulsor eléctrico de 130 kW, equivalente a 176 caballos. La potencia combinada permite una respuesta adecuada en ciudad y carretera, equilibrando agilidad y eficiencia. La batería de iones de litio, con una capacidad de 17,5 kWh, proporciona una autonomía en modo eléctrico de hasta 87 kilómetros según el ciclo WLTP, suficiente para cubrir la mayoría de los desplazamientos diarios sin consumir combustible, lo que le permite obtener la etiqueta CERO de la DGT y beneficiarse de ventajas en zonas urbanas con restricciones, además de bonificaciones fiscales.

La recarga se realiza en unas cuatro horas utilizando corriente alterna a 6,6 kW de potencia. Entre las características más destacadas se encuentra su capacidad bidireccional de carga (V2L), que permite utilizar la batería para alimentar dispositivos eléctricos externos hasta un máximo de 3,3 kW. Esta función incrementa la versatilidad del vehículo, ya que permite desde cargar una bicicleta eléctrica hasta utilizar electrodomésticos o herramientas en zonas sin acceso a red eléctrica convencional.
En cuanto al comportamiento dinámico, el DFSK E5 muestra una orientación clara hacia el confort y la eficiencia. La suspensión, de tarado blando, filtra adecuadamente las irregularidades del asfalto, ofreciendo una marcha cómoda tanto en ciudad como en carretera. La dirección, ligera y precisa a bajas velocidades, resulta útil para maniobras urbanas, aunque pierde algo de firmeza en conducción rápida. El tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h se sitúa en torno a los 7,5 segundos, con una velocidad punta de 185 km/h, cifras que encajan en el perfil de un SUV familiar de gran tamaño y peso. El motor de combustión, aunque algo ruidoso en regímenes medios y altos, mantiene un rendimiento correcto. La transmisión automática cumple sin sobresaltos, aunque el acoplamiento entre ambos motores no siempre es del todo suave al iniciar la marcha, generando una respuesta algo brusca en determinadas circunstancias.

En comparación con versiones anteriores como el Fengon 600, que presenta un peso inferior en torno a 300 kilogramos, el E5 acusa más su masa en cambios de dirección rápidos o en curvas enlazadas, donde la tendencia al subviraje es perceptible. La distribución del peso y el enfoque del chasis no invitan a una conducción deportiva, pero garantizan un comportamiento estable y predecible, adecuado para el uso familiar.
El maletero ofrece una capacidad variable en función de la configuración de los asientos. Con las tres filas desplegadas, el espacio es de 187 litros, suficiente para compras cotidianas o equipaje básico. Al plegar la tercera fila, el volumen disponible asciende hasta los 465 litros, lo que mejora sustancialmente la capacidad de carga para viajes con menos ocupantes o transporte de objetos voluminosos. Esta versatilidad lo convierte en una opción práctica para quienes alternan entre el transporte de pasajeros y equipaje con frecuencia.

En cuanto al precio, el DFSK E5 parte desde los 30.999 euros en España. Con las ayudas públicas del Plan MOVES III y las opciones de financiación de la marca, el precio puede reducirse hasta los 25.999 euros, una cifra que lo sitúa en una posición competitiva frente a otras alternativas del mercado. DFSK ofrece una garantía de cinco años o 100.000 kilómetros.
El DFSK E5 se presenta como una opción sólida para quienes buscan un SUV híbrido enchufable con capacidad para siete ocupantes, buen nivel de equipamiento tecnológico y una propuesta económica más accesible que la de muchos modelos de marcas europeas o japonesas. Su enfoque práctico, su autonomía eléctrica suficiente para el uso diario y su dotación funcional lo convierten en una propuesta razonable para familias que priorizan el espacio y la eficiencia sin incurrir en un desembolso elevado. Como es habitual en vehículos de origen chino, la calidad de algunos acabados y la ausencia de ciertas ayudas avanzadas a la conducción pueden limitar su atractivo entre los compradores más exigentes, pero en términos generales, se trata de una opción equilibrada para quienes buscan versatilidad, etiqueta CERO y habitabilidad en un mismo vehículo.