Charles Sykes, nacido el 18 de diciembre de 1875 en Brotton, un pequeño pueblo minero en el noreste de Inglaterra, fue un artista polifacético cuya relación con Rolls-Royce dejó una huella imborrable. Más conocido por haber creado la icónica figura del Spirit of Ecstasy, Sykes fue también un pintor y escultor talentoso que contó con el apoyo de figuras clave en la historia de la marca, como John Montagu, 2.º barón de Beaulieu, y Claude Johnson, el primer director comercial de Rolls-Royce.
Desde joven, Sykes mostró un talento artístico excepcional. Inició su formación en el Rutherford Art College de Newcastle y luego obtuvo una beca para estudiar en el Royal College of Art de Londres. Allí, perfeccionó sus habilidades en dibujo, pintura y escultura bajo la tutela de renombrados maestros como el anatomista Arthur Thomson y el escultor Edouard Lanterie. Tras graduarse, Sykes se estableció en la capital británica, donde comenzó a forjar su carrera como artista.
En 1902, Sykes fue contratado por un editor de revistas para crear algunos dibujos, pero cuando el cliente no pudo pagarle, lo presentó a John Montagu. Este encuentro resultó ser decisivo. Montagu, a su vez, estaba buscando ilustradores para su revista The Car Illustrated, un proyecto que, en manos de Sykes, se destacó por su creatividad y por ser una de las primeras en imprimir imágenes en color. El talento de Sykes, especialmente su fascinación por la mitología griega, se reflejó en portadas memorables, como la de 1907, donde una diosa alada evocaba lo que sería un tema recurrente en su obra: la elegancia y el dinamismo.
Uno de los encargos más significativos de Sykes fue la creación de un trofeo para la competencia de carreras Gordon Bennett en 1903, que le encargó Montagu. El resultado fue una escultura de plata que representaba a una figura femenina, probablemente inspirada en Eleanor Thornton, la musa personal de Sykes y asistente de Montagu. Esta escultura no solo fue bien recibida, sino que marcó el inicio de una serie de colaboraciones entre Sykes y los Montagu.
En 1908, Sykes comenzó a viajar frecuentemente en los vehículos Rolls-Royce, en especial el Silver Ghost, el modelo que Montagu poseía. Estas experiencias inspiraron una serie de pinturas en las que Sykes plasmó la belleza y la sofisticación de los coches Rolls-Royce en escenas que evocaban la vida aristocrática de la época. Ejemplos como A Nocturne in Blue y A Ghost Overtaken by the Dawn capturan el elegante tránsito de estos coches en paisajes naturales, fusionando arte y la tecnología de la automoción.
Claude Johnson, con su aguda visión comercial, pronto reconoció el valor promocional de las obras de Sykes. En 1910, Rolls-Royce adquirió seis de sus pinturas, que luego se incluirían en el catálogo de la marca, reflejando los gustos aristocráticos de sus clientes. Esta colaboración culminó en el encargo más famoso de Sykes: la creación del Spirit of Ecstasy, el emblemático emblema que adornaría el capó de los Rolls-Royce.
La figura de la diosa alada fue inspirada por la experiencia personal de Sykes al viajar en el Silver Ghost y su visión de un ser etéreo que podría surcar el aire sin perder el equilibrio. La figura, que se convirtió en el símbolo de Rolls-Royce, representa la armonía entre velocidad y elegancia, y captura el espíritu de la marca de manera sublime. Aunque se ha debatido si Eleanor Thornton fue la modelo para esta figura, la conexión entre ella y la obra de Sykes es indiscutible, ya que fue tanto su musa como la inspiración de muchas de sus creaciones.
El Spirit of Ecstasy fue un éxito inmediato, y Sykes se convirtió en el proveedor exclusivo de la figura. Desde 1911 hasta 1928, supervisó personalmente su producción en su estudio en Londres, antes de que su hija Jo asumiera la dirección. Con el tiempo, Rolls-Royce adoptó nuevas técnicas de fundición, pero el diseño original de Sykes perduró como símbolo de la marca.
A lo largo de su carrera, Sykes también diseñó anuncios, portadas de revistas y carteles de viaje, dejando un legado artístico diverso que aún es apreciado hoy. Aunque es más recordado por su colaboración con Rolls-Royce, su obra abarca una amplia gama de trabajos que incluyen desde pinturas hasta carteles para el ferrocarril de Londres.
Charles Sykes falleció en 1950, pero su legado perdura en el Spirit of Ecstasy, una figura que representa no solo la excelencia en el diseño automotriz, sino también la relación entre el arte y la industria. En agosto de 2024, Rolls-Royce presentó la colección Phantom Scintilla Bespoke, inspirada en la gracia y la belleza de esta figura, un homenaje a la obra maestra de Sykes y a su contribución a la historia de la marca.