Aston Martin vuelve a poner el Valkyrie sobre el asfalto urbano, esta vez en Detroit, donde participará en la quinta prueba del campeonato IMSA WeatherTech SportsCar. Esta cita marca la última aparición del hiperdeportivo británico en un trazado urbano esta temporada. El circuito, con 2,7 kilómetros de longitud y ubicado en pleno centro de la ciudad, será el nuevo escenario para la versión de competición del Valkyrie, adaptada específicamente para el reglamento GTP.

Este modelo es el primer hiperdeportivo homologado bajo la normativa Le Mans Hypercar que compite tanto en el IMSA como en el Mundial de Resistencia (WEC). Derivado directamente del Valkyrie de producción, el prototipo ha sido desarrollado por Aston Martin junto al equipo THOR. A diferencia de otros competidores en la categoría GTP, este modelo mantiene una clara conexión con su homólogo de carretera, lo que lo convierte en una propuesta técnica única en ambos campeonatos.

Desde su estreno en febrero en las 1812 Millas de Catar, el Valkyrie ha disputado tres pruebas del calendario norteamericano. En ellas ha logrado puntuar en todas las ocasiones y ha sumado dos resultados dentro del top 10, incluyendo una octava posición en Long Beach. Allí, los pilotos Ross Gunn y Roman De Angelis mostraron que, pese a tratarse de un coche en fase inicial de desarrollo, puede mantenerse en ritmo con los prototipos más asentados de la categoría.

La próxima carrera en Detroit guarda similitudes con Long Beach. Se trata de un trazado urbano, con curvas cerradas, escasa zona de escapatoria y poco margen para el error. Gunn y De Angelis ya saben lo que es ganar en esta ciudad. En 2021 vencieron en la categoría GTD, aunque fue en el antiguo trazado de Belle Isle, ubicado unos kilómetros más al norte, a orillas del río.

El coche que utilizarán en Detroit ha sido adaptado específicamente para este tipo de eventos. Parte de un chasis monocasco de fibra de carbono y monta un motor V12 atmosférico de 6,5 litros, capaz de girar hasta las 11.000 rpm. Aunque en su configuración de calle supera los 1.000 CV, en competición debe ajustarse a la normativa técnica de la categoría, que limita su potencia máxima a 680 CV (500 kW).
Ian James, director del equipo Aston Martin THOR, valoró positivamente los avances: “Cada carrera nos aporta información valiosa. Hemos conseguido puntuar en las tres pruebas que llevamos disputadas con un coche completamente nuevo, y eso es una buena señal. La progresión está siendo constante y ya estamos empezando a acercarnos a los tiempos de cabeza”.

El regreso de Aston Martin a la categoría superior del automovilismo de resistencia en Norteamérica no se producía desde 2011, cuando la marca cosechó cinco victorias absolutas y varios podios en la American Le Mans Series. La apuesta por el Valkyrie permite recuperar esa presencia, esta vez con un coche que compite también en el calendario internacional del WEC.

La carrera de Detroit servirá como nuevo examen para un proyecto que aún está en evolución. Su rendimiento en este tipo de trazados urbanos, donde el margen de mejora es más visual, ayudará a los ingenieros a seguir afinando el comportamiento del coche. Aunque no se esperan victorias a corto plazo, el Valkyrie sigue sumando experiencia útil de cara a las citas más exigentes del calendario.