Sascha Heyde y Wolf Seebers, diseñadores exteriores de Audi, comparten una larga amistad de 20 años y viven uno al lado del otro, pasando gran parte de su tiempo juntos en sus garajes adyacentes. Esta cercanía ha sido clave para el desarrollo del Audi A6 e-tron, un proyecto que comenzó con dos prototipos, el A6 e-tron concept y el A6 Avant e-tron concept, y que finalmente ha culminado en la producción en serie. Su colaboración ha sido esencial para convertir sus ideas en realidad, logrando un diseño que combina innovación y tradición.
Cuando se les pregunta si los concept cars siguen siendo relevantes hoy en día, Sascha Heyde destaca que estos vehículos son fundamentales para explorar nuevas ideas sin restricciones. Según él, los concept cars permiten a los diseñadores ir más allá de las limitaciones tradicionales, ofreciendo una visión del futuro que no solo rompe barreras, sino que también establece nuevas pautas en el diseño automotriz. Wolf Seebers añade que, en el segmento premium, los automóviles han dejado de ser meros medios de transporte para convertirse en expresiones de la personalidad y objetos de diseño, donde los concept cars juegan un papel crucial en la definición de estos espacios.
El Audi A6 e-tron concept, lanzado en 2021 como precursor de una familia de vehículos totalmente eléctricos, fue un ejemplo claro de esta filosofía. Heyde explica que, aunque se trataba de un vehículo orientado a la producción, en la fase inicial pudieron centrarse en las proporciones y el diseño sin estar sujetos a requisitos técnicos estrictos. Esto permitió que el concept car tuviera una apariencia más plana y ancha de lo que sería posible en un modelo de producción. Sin embargo, muchos de los elementos de diseño presentados en el concept car se trasladaron casi intactos al modelo final.
El A6 e-tron se basa en la Plataforma Premium Eléctrica (PPE), una nueva arquitectura tecnológica que ha influido notablemente en su diseño. Seebers menciona que la mayor dificultad fue mantener la clásica silueta Sportback de Audi en un coche eléctrico, que tiende a ser más alto debido a la ubicación de la batería. Para solucionar este desafío, los diseñadores añadieron una inserción en los faldones laterales para compensar visualmente la altura adicional, un rasgo que ahora comparten todos los modelos eléctricos de la marca, incluyendo el Q6 e-tron y el e-tron GT.
El diseño del A6 e-tron se distingue por su frontal futurista, con un Singleframe invertido y luces diurnas estilizadas que le otorgan una apariencia tecnológica y avanzada. Los elementos funcionales de la parte inferior del vehículo se integraron de manera que no afectaran la silueta plana del concept car, lo que resultó en un diseño final que conserva el 95% de las proporciones del prototipo original. Heyde destaca que el modelo RS, una versión aún más extrema del A6 e-tron, mantiene este enfoque, logrando que la realidad iguale, e incluso supere, la visión inicial del concept car.
En 2022, apenas un año después del lanzamiento del Sportback, Audi presentó el Avant concept, un modelo que también estará en las carreteras en 2024. Este Avant, totalmente eléctrico, representa un desafío adicional en la combinación de innovación y tradición. Seebers subraya la importancia del pilar C en la silueta del Avant, un elemento crucial que fue cuidadosamente diseñado para mantener el dinamismo característico de este estilo de carrocería. Para lograrlo, rediseñaron completamente la estructura del techo, incorporando un embellecedor cromado que conecta con el spoiler y acentúa el carácter deportivo y elegante del vehículo.
La aerodinámica fue otro aspecto fundamental en el desarrollo del A6 e-tron, ya que la autonomía eléctrica dependía en gran medida de ella. Seebers recuerda con orgullo cómo lograron un coeficiente aerodinámico de 0.21, el mejor valor Cx en la historia de Audi para un modelo de serie, un logro que fue posible gracias a la colaboración estrecha entre los diseñadores y el equipo de aerodinámica.
La relación de amistad entre Heyde y Seebers también ha sido un factor clave en el éxito de este proyecto. Seebers destaca que su colaboración fue fluida y eficiente, con cada uno aportando su experiencia para resolver los desafíos de diseño. Además, mencionan la importancia de la contribución de Gerhard Lawall, un veterano del equipo de Superficies, cuya experiencia fue fundamental para llevar a cabo la transición del concept car a la producción en serie con precisión milimétrica.