El vehículo que hemos probado ha llegado al mercado con una propuesta clara: competir en el segmento de los SUV premium, dominado por marcas como Mercedes, Audi o Lexus, entre otras. Sin embargo, el Mazda CX-60 busca destacarse sin perder su esencia característica, es decir, ofreciendo una combinación de eficiencia, diseño y tecnología. Nuestra unidad de prueba, equipada con el motor diésel Skyactiv-D, representa una apuesta clave para Mazda, que intenta sobresalir en un mercado cada vez más competitivo y saturado de opciones.
Lo primero que llama la atención es su tamaño (4.745 mm Largo x 1.890 mm Ancho x 1.680 mm Alto). Mazda ha logrado transmitir con él una presencia imponente gracias a una estética robusta pero elegante. Sin ser un diseño extremadamente radical, tiene detalles que lo hacen atractivo a simple vista. El frontal del Mazda CX-60 es impresionante con su parrilla trapezoidal prominente, que no sólo es estética, sino que también contribuye a la aerodinámica y a la refrigeración del motor; la cual está flanqueada por faros LED delgados y afilados. Estos integran tecnología avanzada de iluminación adaptativa, que ajusta el haz de luz en función de las condiciones de conducción, mejorando la visibilidad. Además, las luces diurnas LED refuerzan su aspecto moderno y agresivo.
Los laterales del vehículo muestran líneas marcadas y definidas, lo que acentúa aún más su personalidad. La idea detrás de este diseño sigue la filosofía Kodo de Mazda, la cual busca un equilibrio entre la simplicidad y el dinamismo. Aunque algunos podrían argumentar que el estilo no es tan fluido como el de otros modelos de la marca, es evidente que tiene una personalidad propia que lo distingue en la carretera.
En la parte trasera, el Mazda CX-60 mantiene su diseño robusto y sofisticado. Las ópticas traseras LED delgadas se extienden horizontalmente, aportando un aspecto limpio y moderno que encaja bien con la estética general del vehículo. El diseño incluye también líneas angulosas que resaltan su presencia, y pequeños detalles, como los acabados cromados en el parachoques y los escapes integrados, que añaden un toque de elegancia deportiva que refuerza su carácter premium.
Por dentro, el CX-60 sigue ofreciendo ese enfoque de alta gama, sobre todo en las versiones más equipadas. Si bien los acabados no son de la calidad de un Mercedes o un Lexus, Mazda ha hecho un esfuerzo por incluir materiales de premium, y está muy cerca de estos, sobre todo en la versión Takumi, que presenta detalles inspirados en la artesanía japonesa, como costuras en el tablero que imitan técnicas tradicionales. En otras versiones más accesibles, como la Homura, los interiores son más sobrios, predominando el color negro. Pero en general, es un espacio cómodo y funcional, aunque algunos detalles como ciertos plásticos, no terminan de convencer a todos .
El sistema multimedia es un punto interesante. Mazda ha optado por una pantalla de 12.3 pulgadas, que no es táctil, algo que podría sorprender a muchos en una época donde tocar la pantalla parece lo más natural. En su lugar, se controla a través de una perilla en la consola central. Algunos usuarios pueden encontrar este enfoque un poco anticuado o menos intuitivo, pero tiene su lógica: está colocada de manera que tocarla sería incómodo mientras conduces, pero nosotros preferimos lo táctil, ya que el acceso es mucho más rápido e intuitivo. El sistema, además, integra Android Auto y Apple CarPlay, lo que facilita el uso de tu smartphone para manejar música, mapas, llamadas, etc…
Una de las innovaciones más curiosas del CX-60 es su sistema de reconocimiento facial, que ajusta automáticamente el asiento y los espejos, según quién esté conduciendo. Imagínate subirte al coche y que, sin tocar nada, el auto ajuste tu posición preferida sólo con mirarte. Es una de esas tecnologías que parecen salidas de una película futurista, pero que realmente funciona, especialmente si el Mazda es usado por varias personas en casa .
En cuanto a rendimiento, el motor diésel Skyactiv-D es la verdadera estrella. Mazda ha optado por un motor de seis cilindros y 3.3 litros, que viene en dos versiones: una con 254 caballos de fuerza y tracción total, y otra más “modesta” de 200 caballos, que sólo impulsa las ruedas traseras. Ambas opciones vienen acompañadas de un sistema mild-hybrid de 48 voltios, que ayuda a mejorar la eficiencia y ofrecer ese toque extra de empuje, cuando más lo necesitas. Nuestra versión, la más potente, destaca por ofrecer un rendimiento contundente, con una respuesta de torque inmediata, especialmente en rangos de velocidad media. Además, la transmisión automática de ocho velocidades funciona de manera suave y eficiente, aunque a veces puede tardar un poco en reaccionar si el sistema apaga el motor para ahorrar combustible, justo antes de que quieras acelerar con fuerza, así que ese vacío que son décimas de segundo, tiene su justificación.
Aunque parece que todo es perfecto en el CX-60, con una conducción bastante cómoda, sobre todo en carretera y autopistas, en las más accidentadas, su suspensión muy rígida puede hacer que sientas los baches de manera más intensa, con estas condiciones, el coche puede resultar un poco brusco, aunque no hasta el punto de resultar incómodo, pero sí es algo a tener en cuenta si planeas conducir mucho en zonas rurales o con mal asfalto.
En términos de consumo, el Skyactiv-D logra ser muy eficiente considerando su tamaño y potencia. Mazda ha trabajado mucho y muy duro en este aspecto, y este motor se jacta de ser uno de los diésel con menores emisiones en su categoría. Aunque, como siempre, el consumo real dependerá de cómo lo conduzcas y del tipo de carreteras que frecuentes, es un coche que se desempeña bien tanto en ciudad, como en trayectos largos, ofreciendo una buena autonomía para quienes buscan un SUV que no necesite estar recargando combustible con frecuencia.
EL CX-60 de Mazda sorprende positivamente también en cuanto a su autonomía, que en condiciones normales, supera con creces los 800 km. Gracias a su combinación de motor diésel y sistema mild-hybrid, puedes recorrer largas distancias sin preocuparte por estar llenando el tanque con frecuencia. En ciudad, el sistema híbrido suave ayuda a reducir el consumo, mientras que en carretera su eficiencia se mantiene estable, permitiendo trayectos prolongados sin grandes variaciones en el rendimiento. En promedio, los usuarios pueden esperar cifras cercanas a los 5,5 litros por cada 100 kilómetros en condiciones óptimas, lo que es bastante competitivo para un vehículo de este tamaño y potencia.
Cuando hablamos de dinero, el CX-60 se ubica en una gama media-alta, con precios que van entre los 51.398 € de las versiones de acceso a los 63.148 €, que pueden reducirse o aumentar en función de los descuentos y equipamiento adicional. En las versiones más equipadas como la Takumi o la Homura, el precio puede subir considerablemente. Aun así, en comparación con competidores alemanes, sigue siendo una opción más económica, especialmente si se busca un SUV diésel con buenas prestaciones y un enfoque práctico y eficiente .
El Mazda CX-60 incorpora una combinación de sistemas de seguridad activa y pasiva que lo hacen una opción interesante para quienes valoran la protección al volante. Entre los sistemas de seguridad activa, cuenta por destacar algunos con el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril y el frenado automático de emergencia. También, destaca por el monitor de punto ciego y su reconocimiento de señales de tráfico.
En cuanto a la seguridad pasiva, el CX-60 incluye airbags frontales, laterales y de cortina, junto con una estructura reforzada que absorbe impactos, diseñada para proteger de igual manera a todos los pasajeros en caso de accidente.
Sin duda, el Mazda es una opción muy completa en términos de seguridad. El CX-60 ha integrado una serie de tecnologías avanzadas que no sólo mejoran la experiencia de conducción, sino que también añaden tranquilidad al volante. Saber que el coche está atento a posibles peligros y puede intervenir para evitar accidentes, es un gran punto a favor, especialmente si sueles conducir en autopista o en ciudad con tráfico denso. Las características de seguridad activa te ayudan a prevenir situaciones de riesgo, y los sistemas pasivos, como los airbags de ultima generación y la estructura del chasis, ofrecen la confianza de que, en caso de emergencia, estarás bien protegido.
En resumen, el Mazda CX-60 con el fantástico motor de gasoil Skyactiv-D, es una propuesta sólida dentro del segmento de SUVs premium. Su combinación de eficiencia, tecnología y diseño lo hace atractivo para quienes buscan un vehículo que ofrezca un buen balance entre rendimiento y estilo, sin llegar a los altos precios de sus competidores alemanes. Aunque tiene algunos detalles a mejorar, como la calidad de ciertos materiales y la rigidez de la suspensión, es un modelo que destaca por su eficiencia y autonomía, haciendo que valga la pena considerarlo como una opción seria para quienes buscan un SUV diésel de alta gama.
Prestaciones:
• Motor: 3.3 litros, diésel, 6 cilindros en línea con tecnología M-Hybrid (mild-hybrid)
• Potencia máxima: 254 CV (187 kW) a 3,750 rpm
• Par máximo: 550 Nm desde 1,500 a 2,400 rpm
• Tracción: AWD (tracción total)
• Transmisión: Automática de 8 velocidades
• Aceleración de 0 a 100 km/h: 7.4 segundos
• Velocidad máxima: 219 km/h
• Consumo combinado (WLTP): Entre 5.3 y 5.9 l/100 km
• Emisiones de CO2: Entre 137 y 147 g/km (según ciclo WLTP)
• Capacidad del depósito de combustible: 58 litros
Dimensiones:
• Longitud: 4,745 mm
• Anchura: 1,890 mm
• Altura: 1,680 mm
• Distancia entre ejes: 2,870 mm
• Peso: Aproximadamente 2,000 kg
Equipamiento de seguridad activa y pasiva:
• Sistema de frenado automático de emergencia (AEB): Incluye detección de peatones y ciclistas.
• Asistente de mantenimiento de carril (LKA): Ayuda a corregir el vehículo si detecta desviaciones.
• Control de crucero adaptativo (MRCC): Con función Stop & Go, mantiene una distancia segura del vehículo que te precede.
• Reconocimiento de señales de tráfico (TSR).
• Monitor de ángulo muerto (BSM) y alerta de tráfico trasero cruzado.
• Cámara de 360 grados con sensores de aparcamiento delanteros y traseros.
Equipamiento de confort:
• Asientos delanteros eléctricos: Con ajustes en 10 posiciones, calefactables y ventilados, además de función de memoria para el conductor.
• Asientos traseros calefactables: Ideal para climas fríos.
• Volante calefactable: Recubierto en cuero y con múltiples funciones.
• Climatizador automático bi-zona: Control de temperatura independiente para conductor y acompañante.
• Sistema de sonido premium Bose: 12 altavoces para una experiencia de audio envolvente.
• Sistema multimedia: Pantalla central de 12.3 pulgadas con Mazda Connect, que incluye Apple CarPlay y Android Auto de serie. También incluye un panel de control en la consola central.
• Navegación integrada: Con visualización de mapas en alta resolución y actualizaciones en tiempo real.
Diseño exterior e interior:
• Faros delanteros LED adaptativos (ALH): Ajustan el haz de luz para no deslumbrar a otros conductores.
• Luces diurnas LED y faros traseros LED.
• Llantas de aleación de 20 pulgadas con diseño específico para aumentar el dinamismo del vehículo.
• Techo solar panorámico: Con apertura eléctrica.
• Asientos tapizados en cuero de alta calidad: En varias opciones de color, dependiendo de la versión.
Tecnología y conectividad:
• Head-up display: Proyecta información clave sobre la velocidad y señales en el parabrisas.
• Pantalla digital de instrumentos: De 12.3 pulgadas que ofrece gráficos claros y personalizables.
• Conectividad Bluetooth y puerto USB-C para dispositivos móviles.
• Sistema de control por voz: Permite gestionar funciones clave del coche sin soltar el volante.