Los crash tests representan un hito en la evaluación de la seguridad vehicular. Recientemente, Mercedes-Benz llevó a cabo una prueba revolucionaria en colaboración con el Instituto Fraunhofer de Dinámica de Alta Velocidad y el Instituto Ernst Mach. Consistió en el primer crash test del mundo monitorizado con rayos X en un automóvil real.
Durante la prueba, un dispositivo de impacto embistió una berlina de la Clase C a 60 km/h, generando un estruendo ensordecedor. Lo más notable fue la presencia de un acelerador lineal en el techo del pabellón, funcionando como una cámara de rayos X. Esto permitió visualizar los procesos internos de deformación altamente dinámicos.
El resultado fue impresionante: las imágenes de alta resolución revelaron detalles antes invisibles, permitiendo un análisis preciso de la prueba. Markus Schäfer, de Mercedes-Benz, destacó la importancia de esta tecnología para mejorar la seguridad vehicular, mientras que el Dr. Malte Kurfiss, del Instituto Fraunhofer, subrayó el potencial de los rayos X para proporcionar nuevos conocimientos.
La tecnología de rayos X ultrarrápida utilizada en esta prueba permite capturar hasta 1.000 imágenes por segundo, ofreciendo una visión detallada de los procesos de deformación durante el impacto. Además, se implementaron medidas rigurosas de protección radiológica para garantizar la seguridad de los participantes.
Este avance marca un hito en el desarrollo de herramientas de evaluación de seguridad vehicular y destaca el compromiso de Mercedes-Benz con la innovación en este campo. Los crash tests seguirán siendo una parte fundamental de la filosofía de seguridad «Real Life Safety» de la compañía.