La temporada 2024 consolidó a Porsche como uno de los protagonistas destacados en las competiciones de resistencia. Con el Porsche 963 en su segundo año de competición, el equipo Porsche Penske Motorsport obtuvo siete de los ocho títulos posibles, un logro basado en el perfeccionamiento constante de su estructura y en el desarrollo del prototipo híbrido de 700 CV (515 kW), que combinó fiabilidad y rendimiento a niveles excepcionales.
El Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) culminó con los pilotos Kévin Estre, André Lotterer y Laurens Vanthoor asegurando el campeonato de pilotos. Mientras tanto, en el IMSA WeatherTech SportsCar, Porsche arrasó con todos los títulos en juego, perdiendo únicamente la primera posición en el campeonato de constructores por una ajustada diferencia de dos puntos. Esta hazaña fue resultado de una colaboración bien afinada entre los equipos en Mannheim y Mooresville, el Centro de Desarrollo de Weissach y las actuaciones en pista.
La historia reciente del Porsche 963 comenzó con el anuncio en diciembre de 2020 de su regreso a la máxima categoría de resistencia, aprovechando la convergencia normativa LMDh entre el WEC y el IMSA. Con Multimatic como socio para el chasis y un motor V8 de 4.6 litros derivado del 918 Spyder y el exitoso RS Spyder, el 963 debutó oficialmente en Weissach en enero de 2022 tras extensas pruebas de desarrollo. Sin embargo, su estreno competitivo en las 24 Horas de Daytona en 2023 evidenció áreas a mejorar, marcando el inicio de un trabajo continuo para alcanzar la excelencia.
El debut del Porsche 963 en 2023 no fue sencillo. Aunque mostró un gran potencial, la fiabilidad y la operación estratégica necesitaban ajustes. Las primeras victorias no tardaron en llegar en el campeonato IMSA, con triunfos en Long Beach y Road America, aunque en el WEC las victorias fueron más esquivas. Esta experiencia acumulada sirvió para que el equipo llegara a la temporada 2024 con una base más sólida.
La primera victoria de la temporada en las 24 Horas de Daytona 2024 marcó un punto de inflexión. Con pilotos como Matt Campbell, Felipe Nasr, Dane Cameron y Josef Newgarden al mando, el Porsche 963 demostró su capacidad para dominar pruebas de resistencia. Este éxito inicial reforzó la confianza del equipo para afrontar el resto de la temporada. En el WEC, la victoria en la primera carrera en Catar confirmó que el prototipo podía competir tanto con los LMDh como con los LMH, mostrando su capacidad para luchar en igualdad de condiciones.
El campeonato IMSA se convirtió en un escaparate del dominio de Porsche, acumulando cuatro victorias en nueve carreras y numerosos podios. Esto se tradujo en títulos de pilotos, equipos y constructores, además de la victoria en la Michelin Endurance Cup, que abarcó las carreras más largas del calendario. En el WEC, los triunfos en Catar y Fuji, junto con varios podios, consolidaron el título de pilotos para Estre, Lotterer y Vanthoor, a pesar de quedar a solo dos puntos del campeonato de constructores.
La participación de Porsche en Le Mans dejó una sensación agridulce. Aunque no se logró la ansiada victoria absoluta, la mejora en fiabilidad y rendimiento fue evidente, con posiciones destacadas y un nuevo diseño del motor que eliminó problemas previos. Esto refuerza las esperanzas para el próximo año, donde el objetivo es claro: conquistar la vigésima victoria general en la icónica prueba francesa.