El Citroën Traction Avant marcó una época en Francia, convirtiéndose en un ícono del verano de 1936, cuando se introdujeron las vacaciones pagadas. Con esta medida, los trabajadores franceses comenzaron a disfrutar de días libres remunerados, lo que impulsó el turismo de masas y los desplazamientos hacia las playas y montañas. Lanzado en 1934, este modelo representaba libertad, siendo el compañero de viaje para miles de franceses en sus primeras escapadas veraniegas. Además de innovar con la tracción delantera y los frenos hidráulicos, se convirtió en un símbolo de una nueva forma de vivir, más libre y despreocupada.
Con el paso de los años, Citroën ha mantenido una estrecha relación con los viajes y el ocio. Modelos como el Citroën 2CV ilustraron este vínculo. Nacido con una vocación rural, el 2CV fue diseñado para cruzar terrenos irregulares sin dañar su carga, como una cesta de huevos. Sin embargo, su estética y versatilidad lo convirtieron en un icono cultural en los años 60. Este coche acompañó a una generación que buscaba romper con las normas sociales y descubrir una nueva manera de vivir. Equipado con una suspensión pensada para los agricultores, el 2CV se transformó en un vehículo apto para aventuras fuera de la carretera, permitiendo disfrutar de la libertad en cada trayecto.
De este espíritu aventurero nació el Citroën Méhari, presentado en 1968 y basado en el 2CV. Este modelo, descapotable y ligero, fue diseñado para combinar trabajo y ocio. Su nombre, inspirado en los dromedarios del Sahara, reflejaba su robustez y versatilidad. El Méhari podía lavarse con una manguera, y sus asientos, al igual que su carrocería de plástico, estaban hechos para resistir el uso rudo, convirtiéndolo en una opción perfecta tanto para cargar heno como para transportar tablas de surf. Con una capota de tela fácil de instalar, este coche ofrecía protección contra el mal tiempo y garantizaba una experiencia de conducción sin preocupaciones.
El Citroën Méhari se mantuvo en producción hasta 1987, pero su legado continuó. En 2016, Citroën presentó el E-Mehari, una versión moderna y eléctrica del clásico descapotable. Con capacidad para cuatro personas, este modelo mantuvo el enfoque lúdico y aventurero del original, con colores vivos como el azul, el naranja y el amarillo, y una capota de tela disponible en negro o rojo anaranjado. Inspirado en el espíritu del Méhari clásico, el E-Mehari es una oda a la vida al aire libre y a las aventuras bajo el sol.
Más recientemente, Citroën ha lanzado una edición limitada del My Ami Buggy, un vehículo eléctrico compacto diseñado para el ocio y las escapadas aventureras. Este modelo, de apenas 2,41 metros de largo y 1,39 metros de ancho, destaca por su estilo robusto y su carácter atrevido. Las puertas han sido reemplazadas por portezuelas metálicas, mientras que las grandes ruedas de tacos y los protectores de los faros invitan a salir de la carretera y explorar nuevos horizontes. Con su capota de tela y un alerón en el techo, el My Ami Buggy evoca safaris y aventuras en la naturaleza, mientras que su diseño resistente lo hace apto para cualquier terreno.
El Citroën My Ami Buggy es un coche pequeño pero con un gran espíritu de aventura. Su diseño compacto y su motor 100% eléctrico lo hacen ideal para desplazamientos cortos, con una autonomía de 75 km y una velocidad máxima de 45 km/h. Aunque su tamaño es reducido, ofrece un interior bien aprovechado, con espacio para dos pasajeros y una capacidad de carga de 63 litros, suficiente para una maleta mediana. Además, se carga completamente en solo 3 horas, lo que lo convierte en una opción práctica para la vida urbana y las escapadas cortas.
La conectividad también es un punto fuerte del My Ami Buggy, gracias a su sistema DAT@AMI que permite controlar diversas funciones del vehículo desde el smartphone. Este coche es una mezcla perfecta de aventura, tecnología y sostenibilidad, y representa el espíritu libre y desenfadado de Citroën, siempre buscando nuevos caminos y formas de disfrutar de la vida sobre ruedas.