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Livan X6 Pro: equilibrio entre diseño chino, practicidad y competitividad

La llegada del Livan X6 Pro al mercado español supone un paso relevante en la estrategia de expansión de la firma asiática. Este SUV compacto, desarrollado a partir del Geely Yuanjing X6, hereda una base probada y una configuración adaptada al gusto europeo. Con 4,53 metros de largo y una estética robusta, se presenta como un modelo pensado para un uso urbano y familiar.

Su diseño, con líneas angulosas, luces LED y detalles cromados, refleja la evolución del estilo chino hacia parámetros globales. La parte frontal incorpora una parrilla amplia, faros afilados y una firma luminosa que conecta visualmente con la zaga, donde una banda LED recorre el portón trasero y remata una silueta con aire deportivo.


El interior ofrece espacio para cinco pasajeros y combina superficies blandas, molduras tipo aluminio y tapicería en cuero sintético. El salpicadero gira en torno a dos pantallas digitales, una de 10,3 pulgadas para la instrumentación y otra de 12,3 pulgadas destinada al sistema multimedia, compatible con duplicación de pantalla mediante Mirror Screen. Sin embargo, no cuenta con integración directa de Android Auto ni Apple CarPlay, un aspecto mejorable que afecta al uso cotidiano.

La interfaz resulta poco intuitiva y al replicar el móvil, el tamaño de los iconos y menús se reduce hasta el punto de dificultar su manejo, algo que podría haberse corregido fácilmente con una actualización del sistema.

Las plazas delanteras ofrecen buena visibilidad, asientos de ajuste eléctrico y apoyabrazos central con hueco portaobjetos. En la consola hay dos puertos USB-C y una disposición ergonómica de controles físicos junto a la palanca tipo joystick para la transmisión automática.

El volante multifunción, el techo solar panorámico y el climatizador digital completan un entorno orientado al confort y la conectividad básica. Las plazas traseras destacan por el espacio para las piernas y la altura libre al techo, mientras que el respaldo central permite acceso al maletero. Con 359 litros de capacidad, la zona de carga ofrece formas regulares y bandeja rígida, aunque por debajo de la media del segmento.

El X6 Pro se comercializa con un único motor de gasolina, un bloque 1.5 turbo de cuatro cilindros y 147 o 172 caballos, según versión. Ambas variantes se asocian a una caja automática de doble embrague con siete relaciones y tracción delantera. Las cifras de par, 270 y 290 Nm respectivamente, permiten una aceleración progresiva y una respuesta ágil en ciudad.

El consumo homologado ronda los 6,5 litros a los 100 kilómetros en ciclo mixto, con registros algo más altos en tráfico urbano y mejores en carretera. El comportamiento dinámico prioriza la comodidad, con una suspensión independiente en ambos ejes que filtra baches y conserva estabilidad en curvas. El aislamiento acústico resulta aceptable y la dirección, asistida electrónicamente, facilita maniobras sin sacrificar sensación al volante. En superficies deslizantes, como nieve o barro, el sistema de control de tracción y el modo de descenso ayudan a mantener el control sin exigir intervención al conductor.

En seguridad, la dotación incluye dos airbags frontales en la versión básica y seis en la completa, además de control de estabilidad, freno de mano eléctrico, sensores de presión de neumáticos, cámara trasera, sensores de aparcamiento y ayuda al arranque en pendiente. No hay asistentes avanzados a la conducción como frenada automática, aviso de cambio involuntario de carril o control de crucero adaptativo.

Tampoco incorpora sistemas de lectura de señales o mantenimiento activo de carril. El enfoque es más funcional que tecnológico, lo que refleja una estrategia de contención de costes. En cuanto a equipamiento, la versión superior incluye llantas de 18 pulgadas, techo panorámico practicable, acceso y arranque sin llave, faros automáticos y tapicería mixta. El aire acondicionado no es bizona, pero sí digital, y los retrovisores exteriores se regulan eléctricamente. La ausencia de climatización trasera independiente y de cargador inalámbrico puede restar atractivo frente a rivales mejor equipados.

El precio previsto para el mercado español parte de los 25.000 euros en la versión de acceso y se sitúa en torno a los 30.000 euros para el acabado más completo. Con estas cifras, el X6 Pro se posiciona por debajo de modelos como el Kia Sportage, el Hyundai Tucson o el Nissan Qashqai, aunque por encima del MG HS o el DFSK Glory.

La diferencia está en la percepción de marca, el soporte posventa y la evolución tecnológica. Livan, como filial de Geely, inicia su andadura en Europa con una red limitada pero en expansión, lo que puede influir en la decisión de compra. A favor juega un diseño atractivo, buen equipamiento de serie y un comportamiento honesto en carretera. En contra, la ausencia de sistemas de ayuda a la conducción, la conectividad parcial y el maletero algo justo para el segmento.

En conjunto, el X6 Pro representa una opción válida para quienes priorizan estética, espacio interior y relación precio-equipamiento sin exigencias tecnológicas elevadas. Un producto nacido para competir por volumen y ofrecer una alternativa al alza de precios en el mercado SUV europeo.

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