El pasado 26 de abril, durante la celebración del OMODA DAY, la marca presentó oficialmente el OMODA 3, su nuevo SUV compacto con estética inspirada en la cultura Mecha. Este crossover urbano se dirige especialmente a una generación conectada al mundo de los videojuegos, la tecnología y las nuevas expresiones del diseño digital. Su propuesta visual, influenciada por el universo O–UNIVERSE, busca diferenciarse a través de un lenguaje futurista con referencias claras a la ciencia ficción.
La carrocería del OMODA 3 está marcada por formas geométricas y líneas afiladas, lo que le aporta una imagen dinámica y agresiva. En el frontal, destacan las aristas que recorren los laterales y un capó de diseño musculoso que recuerda a una figura robótica en tensión. Esta estética, poco común en su segmento, resalta aún más con el color “Stellar Blue”, un acabado que reacciona de forma intensa a la luz directa y acentúa el volumen del conjunto.

Los grupos ópticos delanteros están formados por tecnología LED matricial y se integran de forma angulosa en el conjunto, simulando la mirada de un robot de combate. En la parte trasera, las luces prolongan esta identidad visual con trazos delgados y rectos que refuerzan la sensación de energía contenida. El diseño de los faros ha sido una de las piezas clave para crear una personalidad reconocible, tanto de día como de noche.
Entre los elementos más característicos del exterior, las llantas llaman la atención por su forma inspirada en núcleos de energía, con un acabado metálico que refleja la luz con frialdad. Los retrovisores laterales, de perfil aerodinámico, recuerdan a antenas de precisión empleadas en equipos tecnológicos. Cada detalle del vehículo ha sido pensado para mantener una cohesión estética con el lenguaje visual de los mundos virtuales.
El concepto Mecha no se limita al exterior. La visión de OMODA ha sido crear un vehículo que se identifique con un estilo de vida en evolución. El OMODA 3 apunta a quienes buscan una imagen distinta sin sacrificar funcionalidad. Su diseño prioriza la personalización y el impacto visual, aspectos valorados por un público más joven y conectado con los entornos digitales.

Este modelo representa una apuesta clara por la diferenciación estética. La marca no ha centrado su comunicación en cifras de prestaciones ni en argumentos técnicos convencionales, sino en la experiencia visual y la conexión emocional que puede generar el diseño. En esa línea, el OMODA 3 actúa como un escaparate móvil de tendencias culturales, más que como un producto dirigido al consumo tradicional.
Con su lanzamiento internacional en marcha, la marca busca ampliar su presencia en nuevos mercados apelando a un lenguaje más visual que verbal. El OMODA 3, más que un coche, es un objeto diseñado para expresar una identidad, una extensión del entorno creativo que caracteriza a una nueva generación de usuarios.