Frente a la necesidad global de reducir el impacto ambiental, Renault presenta el Emblème, un vehículo de demostración familiar desarrollado por Ampere que representa un paso importante hacia la movilidad con bajas emisiones. A partir del trabajo iniciado con el concepto Scenic Vision de 2022, el Emblème se enfoca en todo el ciclo de vida del automóvil para minimizar su huella de carbono.


El enfoque aplicado no solo considera la eficiencia energética en su uso, sino que abarca desde el diseño inicial hasta el reciclaje, incluyendo la selección de materiales, los métodos de fabricación y la integración de energías alternativas. Gracias a esta metodología, el Renault Emblème consigue una reducción de casi el 90% en emisiones de gases de efecto invernadero respecto a modelos de referencia de 2019.

La estructura del proyecto se basó en cinco pilares: ecodiseño, elección de recursos, procesos de fabricación, uso eficiente y valorización del vehículo al final de su vida útil. Esta estrategia permitió integrar un 50% de materiales reciclados, lograr que casi todos sus componentes sean reciclables y reducir un 70% la huella de carbono derivada de la producción de materiales.




Diseñado como un shooting brake de 4,80 metros de longitud, el Emblème combina aerodinámica optimizada, eficiencia energética y un interior tecnológico con un entorno moderno que invita al viaje. Una gran pantalla panorámica openR recorre todo el salpicadero, y el sistema de propulsión combina electricidad con hidrógeno, favoreciendo trayectos de corta y larga distancia con un impacto reducido.
El vehículo alcanza un peso de 1.800 kilos, lo que contribuye a su eficiencia. Esta cifra refleja el trabajo de reducción de masa en cada componente, sin afectar la calidad, la seguridad ni el confort a bordo.

Renault Emblème se desarrolló aplicando el análisis del ciclo de vida, una herramienta que mide el impacto ambiental de un vehículo desde la extracción de materias primas hasta su reciclaje. Según esta metodología, el Emblème registra apenas 5 toneladas de CO2e durante toda su vida útil, frente a las 25 toneladas de un Megane E-Tech eléctrico o las 50 toneladas de un Captur TCe de gasolina de 2019. Estos datos fueron verificados por el Institut Français du Pétrole et Energies Nouvelles (IFPEN).
El proyecto también ha contado con la colaboración de más de veinte socios industriales, incluidos AKWEL, ArcelorMittal, Michelin y STMicroelectronics, que aportaron su experiencia para mejorar la selección de materiales, optimizar procesos y fomentar la economía circular. Por ejemplo, los tiradores de puertas diseñados por AKWEL permiten un ahorro de peso del 60% y mejoran la eficiencia aerodinámica.


Ampere, como entidad especializada de Renault Group en vehículos eléctricos inteligentes, impulsa esta transformación hacia una movilidad más respetuosa con el medio ambiente. Dentro de su hoja de ruta, el objetivo es alcanzar cero emisiones netas en Europa para 2040 y a nivel mundial en 2050, alineándose con las metas del Acuerdo de París.

Renault Emblème no es simplemente un prototipo de exhibición, sino una demostración tangible de soluciones que podrán aplicarse en futuros modelos de producción. Cada decisión, desde el trazado de la carrocería hasta la ingeniería de sus componentes, se ha orientado hacia una reducción efectiva de las emisiones, combinando innovación técnica con viabilidad industrial.

Con el Emblème, Renault muestra que un vehículo familiar puede ser atractivo, eficiente y sostenible, al integrar tecnologías que permitirán recorrer más camino hacia una movilidad de bajo impacto ambiental.