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KGM Musso Sports: una pick-up robusta y bien equipada para el mercado español

Cuando uno piensa en una pick-up, a menudo vienen a la cabeza imágenes de grandes vehículos norteamericanos, con motores de gran cilindrada y dimensiones que intimidan. Sin embargo, el KGM Musso Sports es la evolución más reciente de aquel todoterreno que en los noventa se ganó un hueco entre los más resistentes. Ahora, el Musso Sports tiene un enfoque distinto: conservar la robustez de siempre, pero con una visión práctica para el conductor europeo.

Durante varios días he tenido la oportunidad de conducirlo tanto en entornos urbanos como en caminos de tierra, y la impresión que deja es la de una herramienta bien pensada: no busca impresionar con lujos innecesarios, sino que apuesta por un equilibrio entre capacidad de carga, habitabilidad y precio competitivo.

Sus proporciones no mienten: 5,41 metros de largo, 1,95 de ancho y 1,86 de alto, con una batalla de 3,21 metros. Sobre el papel parece enorme, pero en la práctica, gracias a un radio de giro de 5,7 metros, se mueve con soltura en calles estrechas o aparcamientos. Su masa en orden de marcha ronda los 2.175 kilos, lo que le permite ofrecer buena estabilidad sin convertirse en un mastodonte difícil de maniobrar.

La capacidad de carga varía según configuración: desde 870 kilos en versiones más enfocadas al confort, hasta 1.085 kilos en las que priorizan el trabajo duro. Y aquí merece una mención especial su caja trasera: con 1,61 metros de largo, 1,57 de ancho y 57 cm de altura, el volumen útil es de 1.262 litros, probablemente uno de los más generosos en el mercado español de pick-ups.

La unidad de prueba era la versión Pro con cambio manual, el escalón de entrada a la gama y, en España, la única configuración disponible si optamos por la transmisión manual. Mecánicamente cumple: el motor diésel empuja con solvencia, el tacto de la palanca es firme y el embrague, aunque algo largo, permite un control preciso.

Sin embargo, hay un punto que nos dejó con sabor agridulce: no cuenta con pantalla multimedia. En 2025, resulta extraño que un vehículo de este tamaño y precio no incluya ni siquiera un sistema básico con Apple CarPlay o Android Auto. En su lugar, encontramos una radio convencional con conectividad limitada, lo que obliga a recurrir a soportes para el teléfono y soluciones externas. Para un uso puramente profesional quizá no sea un problema, pero para quien combine trabajo y desplazamientos largos, esta ausencia se nota y resta competitividad frente a otros modelos del segmento.

Más allá de esa carencia, el interior transmite sensación de solidez. Los plásticos son firmes, los ajustes correctos y el diseño, aunque sobrio, resulta funcional. El puesto de conducción permite encontrar una buena posición con facilidad y, tras varios trayectos largos, comprobé que el asiento ofrece soporte lumbar suficiente.

Detrás, el espacio es generoso para una pick-up: incluso personas altas pueden viajar cómodamente, y el respaldo ligeramente inclinado facilita los viajes largos. Además, dispone de numerosos huecos para objetos: apoyabrazos central, posavasos bien situados y guanteras amplias.

En nuestro mercado, el Musso Sports se ofrece en solo dos acabados:

  • Pro, disponible con cambio manual o automático, pensado para un uso más funcional.
  • Limited, disponible únicamente con cambio automático, que añade un plus de equipamiento y confort.

El acabado Pro es más austero en tecnología, mientras que el Limited incluye pantalla táctil multimedia, Apple CarPlay y Android Auto, cámara trasera, volante calefactado, asientos ventilados y calefactados y acceso sin llave, entre otros elementos.

En este apartado, el Musso Sports cumple con creces: airbags frontales, laterales y de cortina, control de estabilidad, asistente de arranque en pendiente, control de descenso y frenada asistida de serie. A esto se suma un diferencial autoblocante y reductora, elementos poco frecuentes en modelos de este precio.

La suspensión puede configurarse con ballestas (ideal para cargas pesadas) o con un esquema multibrazo, que mejora el confort en carretera. En ambos casos, los frenos de disco en las cuatro ruedas garantizan un buen rendimiento.

Bajo el capó se encuentra un motor 2.2 diésel de 202 CV, con par máximo de 400 Nm en la versión manual y 441 Nm con cambio automático. En conducción real, lo que más se aprecia es su elasticidad: recupera con solvencia en adelantamientos y mantiene un ritmo estable incluso con la caja cargada.

La velocidad máxima oscila entre 183 y 187 km/h, pero en un vehículo así lo relevante es la fuerza disponible a bajas y medias revoluciones.

Con tracción total conectable, reductora y diferencial autoblocante trasero, el Musso Sports no teme adentrarse en pistas complicadas. Sus ángulos todoterreno —19,5° de ataque, 20,5° de salida y 20° ventral— junto con 220 mm de altura libre, lo convierten en una herramienta válida para trabajos rurales o escapadas aventureras.

En mi prueba, sorteó sin problema zonas de barro, pendientes pronunciadas y tramos pedregosos, manteniendo siempre buena motricidad.

Homologa entre 8,6 y 9,1 l/100 km en ciclo combinado WLTP, cifras razonables considerando su peso y formato. Las versiones con suspensión multibrazo suelen ser más eficientes que las de ballestas. Las emisiones de CO₂ están entre 225 y 238 g/km, cumpliendo con la normativa Euro 6D vigente.

El Musso Sports se comercializa con una política de precios muy competitiva frente a rivales como Toyota Hilux, Ford Ranger o Isuzu D-Max.

  • Pro manual: desde 27.000 €
  • Pro automático: desde 28.500 €
  • Limited automático: desde 37.500 €

El Musso Sports no es un vehículo para quien busque el último grito en tecnología o un interior de lujo. Es, más bien, una herramienta honesta: resistente, práctica y con un coste más accesible que la mayoría de sus competidores. En el mercado español, donde el equilibrio entre precio, capacidad y fiabilidad es clave, se posiciona como una opción inteligente tanto para uso profesional como para quienes necesitan una pick-up versátil para ocio y trabajo.

Ventajas:

• Motor diésel probado y fiable.

• Caja de carga más grande de su categoría.

• Equipamiento completo incluso en versiones básicas.

• Tracción total con reductora y diferenciales eficaces.

• Política de precio competitivo.

• Suspensión multibrazo disponible para mejoras en confort.

• Embalaje robusto y adecuado para trabajo o ocio.

Limitaciones a considerar:

• Diseño exterior funcional y a veces austero.

• Tecnología multimedia básica comparada con rivales más caros.

• Marca con red de servicio menos extendida en España.

• Consumo algo elevado si el uso es solo urbano.

• Tamaño que puede resultar incómodo en ciudad o aparcamientos estrechos.

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