En 1938, el entonces jefe de Citroën, Pierre Boulanger, impulsó el proyecto Véhicule à Grande Diffusion (VGD), una ambiciosa propuesta destinada a revolucionar el concepto de automóvil. Sin embargo, no fue hasta 1955 que el proyecto alcanzó su culminación con el lanzamiento del DS 19, resultado del esfuerzo conjunto de visionarios como André Lefèbvre, Paul Magès y Flaminio Bertoni. Lefèbvre, un apasionado de la tracción delantera y la aerodinámica, aportó su enfoque innovador; Magès desarrolló un avanzado sistema hidráulico que marcó un antes y un después en la industria, mientras que Bertoni, con su habilidad artística, diseñó unas líneas únicas que definirían al modelo.


Un debut inolvidable en París
El DS 19 fue presentado al mundo el 6 de octubre de 1955 en el Salón del Automóvil de París, bajo la cúpula del Grand Palais. Su estética futurista y su tecnología innovadora generaron una reacción inmediata entre el público y los expertos. En su primer día, las reservas alcanzaron las 12.000 unidades, y al cierre del evento diez días después, los pedidos superaban los 80.000. Fue un lanzamiento que marcó un punto de inflexión en la percepción del diseño automovilístico de la época.
Avances tecnológicos que transformaron el confort y la seguridad
Desde sus inicios, el DS ofreció características técnicas pioneras. Su suspensión hidroneumática proporcionó un confort y estabilidad sin precedentes, mientras que el sistema de frenado asistido hidráulicamente, junto con los frenos de disco delanteros, mejoró notablemente la seguridad en carretera. Estos avances no solo redefinieron la experiencia de conducción, sino que establecieron nuevos estándares para la industria.

La expansión internacional y las primeras versiones
El DS pronto conquistó mercados internacionales, con ensamblaje en Reino Unido, Bélgica y Sudáfrica desde finales de los años 50. Paralelamente, se introdujeron versiones como el ID 19 en 1956, y opciones familiares y comerciales en 1958. Además, el modelo Prestige, presentado en 1958, destacó por su exclusividad, integrando opciones de lujo como intercomunicadores y radios.

Competición y rendimiento
El DS también demostró su capacidad en el ámbito de la competición. En enero de 1956 debutó en el Rally de Montecarlo, logrando destacadas posiciones. A lo largo de los años, versiones del DS, como la “21”, continuaron cosechando éxitos, consolidando su reputación tanto en carretera como en circuitos de rally.

La evolución de un ícono en los años 60 y 70
Durante los años 60, el DS introdujo constantes mejoras, como motores más potentes y carrocerías más aerodinámicas. En 1960, el DS Cabriolet hizo su debut, mientras que en 1965 llegó el DS 21, equipado con un motor de 2.175 cc. En 1967, los faros orientables añadieron un nuevo nivel de seguridad. En 1969, la incorporación de la inyección electrónica de combustible en el DS 21 permitió alcanzar velocidades superiores a los 185 km/h.
En los años 70, el modelo recibió ajustes adicionales, como una caja de cambios de cinco velocidades y una versión automática. La última actualización mecánica fue en 1972, con el lanzamiento del DS 23, cuyo motor de 2.347 cc ofrecía 141 CV y alcanzaba los 190 km/h.

La despedida y el legado del DS
La producción del DS finalizó el 24 de abril de 1975, después de más de 1.4 millones de unidades fabricadas. Su diseño y avances tecnológicos dejaron una huella imborrable, convirtiéndolo en un símbolo de innovación y elegancia en la historia del automóvil.




El renacimiento bajo DS Automobiles
En 2014, DS Automobiles se estableció como una marca independiente, retomando los valores de diseño, tecnología y exclusividad que hicieron célebre al DS original. En la actualidad, la gama incluye vehículos electrificados que combinan confort, eficiencia y prestaciones avanzadas, reflejando la visión de futuro que siempre caracterizó a este modelo.