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Omoda 5: la sorpresa del segmento SUV que conquista por mucho más que su precio

No teníamos grandes expectativas puestas en el Omoda 5 antes de probarlo. Su enfoque, sus orígenes y su precio podían hacernos pensar que se trataba de una alternativa más dentro del saturado segmento de los SUV compactos. Sin embargo, después de conducirlo y conocerlo en profundidad, entendemos perfectamente por qué está ganando tanto terreno. El Omoda 5 es uno de esos coches que ofrece mucho más de lo que uno espera, y lo hace con una de las propuestas más competitivas del mercado en cuanto a diseño, tecnología, habitabilidad y, sobre todo, precio.

La llegada del Omoda 5 al mercado español no ha pasado desapercibida. Bajo una estética llamativa y con un enfoque global, este SUV compacto fabricado por Chery, uno de los gigantes automovilísticos chinos, se enfrenta directamente a modelos como el Hyundai Tucson, el Kia Sportage o el Nissan Qashqai. Con una gama inicial bien equipada, precios ajustados y un planteamiento muy equilibrado, el Omoda 5 quiere hacerse un hueco entre los favoritos de un público que cada vez mira más allá de las marcas tradicionales.

El diseño del Omoda 5 es uno de sus principales reclamos. No deja indiferente y eso, en un segmento tan competido, es una ventaja. Su parrilla sin marco, las luces diurnas en forma de “Y” y los faros principales integrados de forma discreta en el paragolpes le dan una personalidad propia. Las líneas de la carrocería son afiladas y dinámicas, con un marcado estilo coupé en la caída del techo que lo acerca más al gusto europeo.

Las llantas de hasta 18 pulgadas, las molduras negras en los pasos de rueda y los detalles cromados aportan un aire tecnológico y urbano. La zaga mantiene esa personalidad con unos pilotos traseros unidos por una franja iluminada y un alerón que remata un conjunto que, sin duda, se ha diseñado pensando en agradar a una generación joven, conectada y con un punto exigente en imagen.

Al acceder al interior del Omoda 5 la sorpresa es aún mayor. Lo que uno espera encontrar en un coche asequible no se parece demasiado a lo que realmente ofrece este modelo. Materiales agradables al tacto, ajustes correctos y una atmósfera tecnológica dan forma a un habitáculo donde destacan las dos pantallas de 10,25 pulgadas unidas en una sola estructura flotante, con gráficos nítidos y buena respuesta táctil. El sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y cuenta con reconocimiento de voz en español.

Los asientos delanteros tienen un diseño envolvente, están bien mullidos y ofrecen calefacción de serie en algunos acabados. La posición de conducción es elevada y se consigue fácilmente una buena visibilidad. El volante, de base plana, tiene un buen grosor y resulta cómodo tanto en ciudad como en trayectos largos.

El Omoda 5 mide 4,40 metros de largo y tiene una distancia entre ejes de 2,63 metros, lo que se traduce en un habitáculo amplio para su categoría. Las plazas traseras ofrecen un espacio más que aceptable para las piernas y la cabeza, incluso con pasajeros de estatura alta. El piso es casi plano, lo que facilita la habitabilidad central en trayectos puntuales de cinco ocupantes.

El maletero cubica 360 litros con una bandeja de doble altura. No es el más grande del segmento, pero sí suficiente para un uso diario e incluso para escapadas de fin de semana. Los respaldos traseros son abatibles en proporción 60/40, lo que permite ampliar el espacio hasta los 1.075 litros

Actualmente, el Omoda 5 se comercializa en España con un motor 1.6 TGDI de gasolina con 185 CV y 290 Nm de par, asociado a una caja automática de doble embrague con siete velocidades y tracción delantera. Este propulsor permite una aceleración de 0 a 100 km/h en torno a los 7,8 segundos y una velocidad máxima de 205 km/h, cifras más que solventes para su uso habitual.

El consumo homologado es de 7,4 l/100 km, aunque en conducción real y sin buscar eficiencia extrema, se sitúa en torno a los 8 litros en ciclo mixto. En ciudad, gracias al cambio automático, el motor se muestra suave y progresivo. Es fácil de dosificar y permite una circulación relajada entre semáforos y zonas de tráfico denso.

En carretera, el conjunto sorprende por su buen aislamiento acústico y por una suspensión que, aunque tirando a firme, no resulta incómoda. La dirección tiene una asistencia eléctrica bastante precisa para el tipo de vehículo y el chasis ofrece una respuesta coherente en curvas rápidas, sin balanceos excesivos.

Una de las bazas más importantes del Omoda 5 es su completo equipamiento de serie. Desde el acabado de acceso se incluyen elementos como climatizador automático, acceso y arranque sin llave, cámara de visión trasera, sensor de luces y lluvia, volante multifunción, control de velocidad adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, alerta de colisión frontal, frenada automática de emergencia y reconocimiento de señales de tráfico.

Este paquete de ayudas a la conducción (ADAS) ha sido desarrollado bajo las normativas europeas, y el modelo ha obtenido la calificación de cinco estrellas en las pruebas de seguridad Euro NCAP, lo que aporta un plus de confianza en una marca todavía poco conocida en el continente.

En uso diario, el Omoda 5 demuestra que ha sido afinado para ofrecer una experiencia agradable y sin sobresaltos. En ciudad, la visibilidad, la suavidad del cambio y las ayudas al aparcamiento lo convierten en un coche manejable y funcional. No se siente torpe ni lento, algo que a veces sucede en SUV con enfoque económico.

En carretera abierta, el comportamiento es igual de predecible. Es cierto que no transmite sensaciones deportivas, pero tampoco lo pretende. Es un coche cómodo, que permite viajar con estabilidad, con una buena insonorización mecánica y aerodinámica incluso por encima de los 120 km/h. La suspensión independiente en ambos ejes contribuye a ese equilibrio general que tanto se agradece cuando se hacen kilómetros.

El precio es otro de los argumentos de peso del Omoda 5. En España, la gama arranca por debajo de los 27.000 euros, con promociones y campañas que lo pueden dejar incluso por debajo de los 25.000 euros financiando con la marca. Un coste muy ajustado si tenemos en cuenta el nivel de equipamiento, las prestaciones y el tamaño del vehículo.

La garantía oficial es de 7 años o 150.000 kilómetros, una cobertura muy por encima de la media del sector y que refuerza la confianza de los primeros compradores en la marca. Además, el servicio posventa ha sido reforzado en la red de concesionarios del grupo Invicta, importador oficial de Omoda en España.

El Omoda 5 no es un coche que impresione por su apellido o por una campaña publicitaria agresiva. Pero es justo eso lo que lo hace tan interesante. Llega desde China con una fórmula que funciona, con una relación calidad-precio difícil de batir y con un equipamiento que muchas marcas consolidadas solo ofrecen en versiones de gama alta.

No esperábamos mucho de él, y sin embargo, ha demostrado que es capaz de medirse de tú a tú con modelos más asentados. Y eso, en un mercado tan competitivo como el español, no es tarea fácil.

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