KGM ha completado el suministro de vehículos adjudicado mediante concurso público a la Dirección General de la Guardia Civil. El 1 de julio se formalizó la entrega de las últimas 36 unidades del modelo Rexton, alcanzando un total de 72 vehículos que ya forman parte de la flota operativa del cuerpo. La incorporación de estos modelos responde a necesidades concretas de unidades que requieren capacidad de actuación inmediata, eficacia en todo tipo de entornos y fiabilidad técnica en operaciones de alta exigencia.

Los Rexton están destinados a una unidad específica de la Guardia Civil orientada a tareas de intervención rápida, seguridad ciudadana y actuaciones en situaciones de especial complejidad. Se trata de un grupo que opera de manera especializada, donde el tiempo de reacción y la preparación del material asignado son fundamentales para su eficacia.
Estos vehículos han sido elegidos por sus capacidades fuera del asfalto, su estructura robusta y su fiabilidad mecánica. Incorporan un diseño adaptado a tareas operativas, reforzando tanto la seguridad de los desplazamientos como la versatilidad de uso en misiones diversas. Con un interior configurado para funciones específicas, permiten el transporte de equipos y efectivos de forma segura y eficiente.
En paralelo, también se ha incorporado una flota adicional compuesta por 14 unidades del Musso Sports. Estos modelos han sido asignados a la unidad canina (SECIR) del cuerpo, un equipo especializado que colabora en operaciones de detección de estupefacientes, localización de personas desaparecidas o apoyo en dispositivos de protección y control. Este refuerzo mejora la movilidad y la capacidad operativa de un equipo que requiere medios adaptados a tareas muy concretas.
Tanto los Rexton como los Musso Sports cuentan con un motor que desarrolla 202 CV y un par máximo de 441 Nm. Disponen de reductora y una altura libre al suelo de 22 centímetros, lo que les otorga solvencia para moverse fuera de carretera o en terrenos irregulares. Estas características, unidas a su dotación tecnológica en materia de seguridad y a una estructura reforzada, los convierten en herramientas funcionales para escenarios de intervención compleja.
La colaboración entre Astara y KGM España con la Guardia Civil refuerza la disponibilidad de recursos adaptados a cuerpos que trabajan diariamente en la prevención, intervención y protección ciudadana. La entrega de esta flota forma parte de una estrategia que busca dotar a los profesionales de medios acordes con las exigencias del servicio público y del entorno operativo en el que desarrollan su labor.

Este suministro no solo responde a criterios técnicos y funcionales, sino que también pone en valor la importancia de adaptar los recursos a las condiciones reales en las que operan las unidades del cuerpo. La capacidad de carga, el comportamiento en situaciones de emergencia o el confort en desplazamientos prolongados forman parte del análisis que ha llevado a incorporar estas unidades específicas.
Además del rendimiento técnico, se ha valorado la fiabilidad a largo plazo y la facilidad de mantenimiento, aspectos clave en flotas operativas que deben estar disponibles con la mínima interrupción. La elección de estos modelos refleja un equilibrio entre capacidad mecánica, adaptabilidad y coste operativo, lo que resulta esencial en contextos donde cada elemento debe responder con eficacia.
La integración de estas unidades en la Guardia Civil evidencia una estrategia orientada a mejorar la eficiencia del servicio mediante vehículos concebidos para responder a los desafíos diarios del trabajo en campo. Desde la seguridad vial hasta los despliegues de emergencia, el equipamiento recibido se ajusta a un uso continuo, exigente y con un alto componente de movilidad.