El Panamera siempre ha destacado por su sensación de conducir un 911. Su posición de asiento baja, la conexión con la carretera y un volante que se ajusta perfectamente a tus manos hacen que te sientas en control. Ahora, con el nuevo modelo, también puedes disfrutar de faros bellamente diseñados y apuntar a las curvas con precisión, como antes.

Desde su primera generación hace 15 años, el Panamera ha sido un logro impresionante en términos de dinamismo. Es una lujosa berlina para viajes largos, pero también un deportivo ágil en zonas de curvas.
Lo más emocionante para Röhrl en la tercera generación es la suspensión Porsche Active Ride. Esta tecnología combina suspensión neumática y amortiguadores hidráulicos activos, lo que proporciona un agarre perfecto en todo momento. La suspensión puede variar activamente la presión en cada amortiguador, manteniendo los neumáticos siempre en la mejor posición sobre el asfalto.


El sistema Porsche Active Ride prescinde de las estabilizadoras convencionales y utiliza amortiguadores activos, alimentados por una bomba hidráulica individual. Esta suspensión logra un equilibrio perfecto entre confort y control.
En cuanto al tipo de conducción, Röhrl no se decanta por una sola opción. Cree que cada versión tiene su aplicación razonable: eléctrica pura, híbrida con autonomía eléctrica para el uso diario o motor de combustión clásico con e-fuels. Además, le emociona la perspectiva de utilizar combustibles sostenibles para mantener viva su colección de coches clásicos.

En eventos como el F.A.T. Ice Race en Zell am See, donde Porsche ya utiliza e-fuels, todos los vehículos participantes podrían hacer lo mismo. Esto demuestra que la fascinación por los coches y el automovilismo sigue siendo relevante en el futuro, brindando alegría y momentos compartidos maravillosos.