El Citroën CX, lanzado en 1974 como sucesor del DS, continúa siendo recordado como un símbolo distintivo de la marca en las décadas de los 70 y 80. Nacido para reemplazar al DS, que a su vez había sustituido al legendario Traction Avant, el CX mantuvo la tradición de innovación técnica que caracteriza a Citroën. Durante sus 17 años de producción, se consolidó con avances que aún en 2024 lo distinguen. Su diseño aerodinámico y bajo lo convirtió en un coche fácilmente reconocible, y a pesar de que fue sustituido por el XM en 1989, las versiones familiares continuaron en producción hasta 1991.
El CX debutó oficialmente el 26 de agosto de 1974, apenas dos meses después de la fusión entre Citroën y Peugeot. Los primeros CX 2000 y CX 2200 fueron sometidos a pruebas durante un recorrido de 3.400 kilómetros conocido como Raid Arctique, que comenzó en Suecia y terminó en París. Este lanzamiento llamó la atención de la prensa internacional y fue uno de los focos del Salón del Automóvil de París en octubre de 1974.
El CX heredó tecnologías clave de sus predecesores, como la tracción delantera, las suspensiones hidroneumáticas y los frenos de disco asistidos de alta presión, todas características distintivas de Citroën. A estas innovaciones se sumó un motor de cuatro cilindros colocado en el voladizo delantero e inclinado hacia adelante, lo que mejoraba la distribución de peso y el agarre en carretera. La carrocería estaba unida a un bastidor mediante enlaces elásticos para reducir ruidos y vibraciones, optimizando el confort a bordo.
El interior del CX también fue revolucionario. Su icónico panel de instrumentos en forma de media luna y los mandos ergonómicos permitían al conductor manejar faros, limpiaparabrisas y otros controles sin soltar el volante. En cuanto a la seguridad, el CX fue pionero al incorporar cinturones de seguridad retráctiles y materiales interiores diseñados para absorber impactos. Su innovación y diseño le valieron el premio al Coche del Año en Europa en 1975, superando a modelos de Volkswagen, Audi y Fiat.
El CX siguió evolucionando a lo largo de los años con mejoras técnicas que consolidaron su prestigio. En 1975, por ejemplo, se añadió el aire acondicionado, elevalunas eléctricos y retrovisores con ajuste interior. En 1985, Citroën introdujo el sistema antibloqueo de frenos (ABS), una innovación crucial para la seguridad automovilística.
El modelo CX tuvo múltiples variantes, incluyendo el CX Prestige, diseñado especialmente para personalidades políticas. Este modelo ofrecía mayor espacio interior y acabados de lujo, convirtiéndose en el coche preferido de altos cargos, incluyendo al presidente de la República Francesa. Además, el CX Diesel y sus versiones turboalimentadas demostraron el compromiso de Citroën con la eficiencia y rendimiento, especialmente con el CX 25 TRD Turbo 2, capaz de alcanzar velocidades de hasta 195 km/h.
El Citroën CX también destacó en el ámbito de la competición. Participó en eventos como el rally Abiyán-Niza y el París-Dakar, demostrando su robustez en condiciones extremas. En 1977, el CX protagonizó un legendario quíntuplete en el Tour Automobile du Sénégal, consolidando su reputación como un coche de competición.
La producción del CX finalizó en 1989, tras haber fabricado más de un millón de unidades, y aunque su carrera comercial terminó, su legado sigue vivo. Con motivo de su quincuagésimo aniversario, en septiembre de 2024, clubes de coleccionistas y entusiastas del CX celebrarán su historia en un evento en Montigny-Le-Ganelon, donde se reunirán vehículos y aficionados de toda Europa para rendir homenaje a este icónico modelo.